lunes, 19 de noviembre de 2007

Piel grasa

La piel grasa es el resultado de un desequilibrio hormonal. Una mala alimentación, condiciones climatológicas adversas o algunos productos específicos, pueden provocar a corto-medio plazo una hiperactividad de las glándulas sebáceas, lo que conlleva a un aumento de impurezas en la piel. Una buena limpieza de cutis y el uso de jabones específicos pueden ayudarnos a combatir la grasitud.


Es muy fácil reconocer una piel grasa, ya que se muestra llena de brillo y con aspecto grasoso que se concentra sobre todo en la nariz, la frente y la barbilla. Además, de todos los tipos de pieles, es la más propensa a espinillas o granitos.

Para comprobar si tu piel es grasa, no tienes más que pasar un algodoncito o un pañuelo seco. Si al retirarlo se queda graso y con aspecto mojado, debes comenzar a aplicar tratamientos secantes para contrarrestar el exceso de grasa de la dermis.


Recuerda que el hecho de que la piel de tu rostro sea grasa no determina que la piel de todo tu cuerpo también lo sea. La distribución de las glándulas sebáceas disminuyen de la cabeza a los pies, por lo que, a pesar de tener el rostro graso, puedes tener seca la piel de otra parte del cuerpo, como las piernas y o la espalda.

El estrés puede ser otra causa importante. Los nervios y ansiedad hacen que las glándulas sebáceas actúen con mayor intensidad provocando ese brillo indeseado

No hay comentarios: