Termina la ducha aplicando agua fría sobre tu escote, aunque cuesta luego merece la pena, relaja. Remedio que viene de antiguo para tonificar los tejidos y reactivar la circulación y mantener joven y fresca tu piel.
Se puede realizar con la ducha de mano, haciendo movimientos circulares alrededor del pezón y a pocos centímetros de la piel.
Aprovecha la aplicación de un producto específico para dar un masaje al abanico cutáneo que sirve al pecho de sujeción y que se extiende desde la base de los senos hasta la barbilla.
Opera en el seno derecho con la mano izquierda, realizando pases suaves alrededor de la areola, desde la parte inferior hasta el cuello y subiendo por los laterales. Repite la operación en el seno izquierdo con la mano derecha y asegúrate de haber hecho penetrar el producto.
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